Antes de decirles con quién estoy hablando, necesito contarles una historia para que pueden conocer bien a esta persona. No se preocupen. Con mucho gusto, voy a compartir con el mayor detalle posible. ¿Listos? ¡Vamos!
Después de veintisiete años de mi vida, los tres reyes magos por fin encontraron dónde vivo. El 6 de enero del 2019, los tres reyes magos me visitaron en la noche para dejarme un regalo. Aunque no les escribí ni pedi nada, ellos me trajeron una camisa muy bonita. Pensé que había sido mi mamá mexicana quien compró esa camisa, pero ella lo negó. Ella me dijo que fueron los tres reyes magos y con mucha curiosidad, me preguntó que me trajeron.
No me esperaba que los tres reyes magos fueron a visitarme porque ellos me olvidaron por veintisiete años. Estaba muy emocionada por mi regalo y les conté sobre esto a las hermanas de la iglesia. Les pregunté si los tres reyes magos visitaron a sus hijos. Me dijeron que sí y me contaron cuáles cosas les trajeron. Por un momento, no podría creer que los tres reyes magos hubieran visitado a todos. Entonces, pregunté a las mamás si fueron ellas las que compraron los reglaos. De todos modos, ellas no tenían idea de lo que estaba hablando. Supongo que ellas estuvieron muy dormidas toda la noche.
Les agradezco mucho a las mamás de México porque en ese día, me sentí como una niña de nuevo. Realmente creí que los tres reyes magos me habían visitado y me sentí muy feliz. Ya sé que los tres magos no existen, pero con esa creencia, compartí esa experiencia sobre su visita y su regalo para mí.
Cuando les pregunté a los niños que recibieron como regalo, con mucha emoción me contaron sobre ello. Esta inocencia es muy bonita y muy natural. Ellos tienen esta creencia, que cada seis de enero, los tres reyes magos van a traer algo para ellos. Y por casualidad, los reyes magos saben su talla de ropa, zapatos, entre otras cosas más. Con la confianza que los tres reyes magos van a visitarlos cada año, los papás pueden seguir dando regalos y mantener vivo este momento mágico cada año.
Para mí, a veces, es muy difícil tener fe en alguien. Si todos fueran los tres reyes magos, la vida sería menos complicada y tendría más regalos. Han habido muchas veces cuando alguien no ha cumplido sus promesas, y no hizo lo que dijo que iba a hacer. Aunque tengo esas experiencias amargas, necesito tener fe en la gente de mi alrededor porque no son así todos. Fe es la completa confianza en alguien o algo. Tengo confianza en mi familia y mis mejores amigos, pero ellos puedan equivocarse y tal vez, algún día, no van a cumplir algo.
Pero hay alguien en mi vida en quien tengo toda la confianza. Antes de emocionarse, quiero que sepan que todavía estoy soltera. Sí, todavía. Pero estoy hablando con alguien.
Él es muy amable y me ha cuidado mucho. Tengo mucha confianza en él porque en México, me ha guiado y me ha permitido confiar en su corazón. Aunque mucha gente se preocupa por mi seguridad en este país, él ha estado conmigo en el metro, en los peseros, y en la calle - siempre. Cuando me frustré mientras aprendía español, él estaba aquí conmigo. Cuando lloraba y me veía muy fea, él sabía mi dolor y me abrazaba fuertemente con su amor. Mucha gente no lo sabe, pero hubo muchas veces cuando lloré silenciosamente. Pero aunque él me vio en esas situaciones inquietantes, él se quedó conmigo. Él me ayudó a convertir mi dolor en mucho gozo.
Él es mi papá en el cielo y ha demostrado ser mi padre aquí en la tierra. Tengo todo la confianza en Él porque Él nunca me dejó solita. Necesitamos trabajar en nuestro relación con Dios para que podamos construir una relación donde haya confianza. Con esa confianza, va a crecer nuestra fe en Jesús.
Algún día, los tres reyes magos dejarán de traer regalos para nosotros porque un día, las mamás mexicanas van a confesar a sus hijos que por tantos años no fueron los tres reyes magos, sino que fueron ellas. Pero creo que la creencia de los niños en los tres reyes magos es lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “Les digo la verdad, a menos que se aparten de sus pecados y se vuelvan como niños, nunca entrarán en el reino del cielo. Así que el que se vuelva tan humilde como este pequeño, es el más importante en el reino del cielo. “ Mateo 18: 3-4.
Con el Dios de la Biblia, es diferente. Él es real y nos dio el regalo más precioso. Nadie puede quitarlo, las polillas no pueden comerlo, ni el óxido puede destruirlo. Dios nos ama tanto y nos dio su único Hijo. En el libro de Juan, dice “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. “ Juan 3:16-17.
¿Pero que es fe? “La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver.“ (Hebreos 11:1). Por fe, le dije a Dios sí cuando me invitó a venir a la Ciudad de México. Tenía fe que Él iba a proveer todas las finanzas para venir y vivir en México. Él proveyó las finanzas a través de mis amigos y provee para mí todavía. Por fe, llegué a México sin el conocimiento del español ni de la cultura de México. Pero por la fe, tuve y tengo la certeza que Dios siempre me va a guiar. No tengo dudas de que venir a México era el plan de Dios, porque tengo un montón de paz en mi corazón sobre esta decisión. Con la fe como una semilla de mostaza, usted puede recibir lo que Dios ha prometido más de lo que los tres reyes magos pudieran dar.
*Hay mucho más historias de fe en el libro de Hebreos capítulo once si quieres leer sobre la gente que tenía fe en Dios.
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